Luego de que Rusia invadiera Ucrania en 2022, varios países congelaron sus activos en el extranjero, congelando su economía del sistema financiero global debido a la indignación internacional que causó este país.
Hubo muchas sanciones diseñadas para debilitar la capacidad del Kremlin para financiar la guerra, al igual que sus ingresos por las exportaciones de energia para así "paralizar" este creciente económico y que Rusia cediera ante estas presiones.
Todos pensaban que no habría manera de que se recuperen de tales precedentes, pero después de 2 años la guerra continúa y la economía de Rusia no para de crecer; según el FMI esta crecerá en un 3,2% este año, a diferencia del año pasado donde creció en un 3,6%.
Los supermercados y tiendas no dejan de abastecerse de productos, incluso de la marca conocida Coca Cola; lo que si es imposible de negar es que los productos han subido altamente de precio a cómo lo eran antes, así como varias empresas se retiraron del país como protesta por la situación actual.
Estos sucesos ocasionaron que los funcionarios de Rusia se burlen y alardeen de que los intentos por derrumbar su economía han sido en vano, de igual manera el evento económico anual de Rusia del presente año contó con más de 130 países, alianzando nuevos mercados en el Asia y Sur global, logrando así sortear las sanciones occidentales.
Aunque muchos expertos comentan que a largo plazo se está destruyendo su economía debido a que no se destina dinero a futuro, hay más gastos militares haciendo que se reduzca el presupuesto para otras áreas.
Varios rusos han sido contratados en el sector de defensa y se encuentran trabajando las 24 horas del día en las fábricas de armamento.
Al ver esta situación Estados Unidos se ha visto en la obligación de amenazar con sanciones menores a los bancos extranjeros que decidan ayudar con transacciones a Moscú, trayendo consigo nuevos problemas para Rusia.
Es incierto lo que pasará más adelante, ya que han sabido encontrar solución ante estas sanciones mientras la guerra continúa indefinidamente, pero las presiones no dejan de llegar.
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